Hoy temprano nos tomamos un avión para Medellín, los vuelos internos en Colombia son muy baratos a comparación de lo que sale un micro así que ni lo dudamos. Este es nuestro primero y último vuelo juntos, snif.

Llegamos, nos tomamos un bondi y de ahí un taxi. Qué personaje el tachero, qué ganas de trompearlo. Estaba demasiado perdido y repetía todo el tiempo los números de las calles. Llegamos a un hostel medio escondido sólo porque teníamos una tarjetita del lugar. Realmente está muy lindo pero un poco aislado y para salir a comprar algo de apuro, o salir a tomar algo, realmente no conviene. 

Una vez que tiramos todas las mochis salimos a pasear por los alrededores en busca de un nuevo hogar para mañana. No sabemos si es la altura o qué, pero nos arrastrábamos. De paso por una plaza me colgué hablando con un pintor que hace 10 años expone sus cuadros ahí mismo. Le pregunté qué visitar, y sobre la situación en general de la ciudad, y de paso tanteé el sueldo promedio de un colombiano: 600 mil, serían aprox 300 dolares. Siempre pregunto eso para entender un poco los precios de lo que venden. 

Continuamos en busca de hostels, vimos unos medio pelo, otros lindos, así que mañana caemos en alguno nuevo. La zona aquella es más linda, hay muuuuchos bares. Se llama “la zona rosa” y es donde está “la movida” (que no olvidemos que acá arranca a las 8 y a la 1 a más tardar murió). 

Ahora estamos en el hostel vagueando, mañana nos depara un intenso recorrido por Medellín. Salutes!

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