3 de febrero
Después de ponernos al día fuimos a la playa para conocerla y comer algo. Era mi primera vez en el mar pacífico. Sinceramente no era lo que esperaba, tal vez por el mal clima y que estaba revuelto. Es igual al de la costa argentina en aspecto, eso si, es más cálido. Pero es tan salado y marrón como el ya conocido. Después de meternos y caminar un poco por la playa y el pueblito, fuimos a comer algo. Al fin probé los famosos patacones. Son plátanos fritos como papas o batatas, riquísimos. Post almuerzo volvimos al hostel. Acá hago un punto aparte: “Vía Vía Tonsupa” a 13 dólares por persona, muy recomendable. El dueño es un belga que le pintó irse a Ecuador hace 17 años, parece un gringo. Tiene un perro que se llama Pelusa, imposible que me caiga mal.
Después de volver a ponernos al día me dormí una siesta y me desperté con algo que merece otro capítulo.
(Tiny)